martes, 31 de enero de 2012


BLASFEMIA
DIOS Y EL CESAR

La luz es incompatible con las tinieblas, y los que viven en ellas no la pueden resistir. La luz espiritual emana del mensaje evangélico puro; es la misma voz del Señor que habla por sus testigos en la tierra. Pretender acallar a Dios es terrible blasfemia por la que él exige severa responsabilidad. Los cristianos sabemos obedecer; pero, "es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres".Dijo Lutero al emperador Carlos V: "La Palabra de Dios está por encima de todas las cosas y es preciso que sea libre par todos…. en las cosas eternas Dios no permite que un hombre sea sometido a otro hombre."El imperio de la ley termina donde comienza el imperio de la conciencia. En este sagrado altar, sólo Dios y el hombre tienen derecho a penetrar.

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